Estimados intelectuales de la revolución: bienvenidos al examen final del curso, “sofistas útiles: cómo justificar las contradicciones”. El objetivo es explicar cómo la “Ley especial contra delitos mediáticos” es un inmenso avance en materia de Libertad de expresión, a pesar de que el papel destruye cualquier remanente de integridad en el ya vapuleado periodismo venezolano. Como este debate es obviamente imposible de ganar, la táctica será confundir (“la oligarquía extraterrestre venida de Tlon-Ucqbar conspira contra los pueblos oprimidos”), relativizar (“Globovisión es una basura”), desviar y sustituir el terreno de batalla (“Ajá, ¿pero qué opinas de Honduras? ¿De Palestina? ¿De Guantánamo?”) para finalmente ganar un empate técnico al frustrar al contrario.
Sólo haré un breve comentario al respecto. Es algo humillante, dicho sea de paso, que a estas alturas tengamos que estar explicando esto. (Nada extraño en la Venezuela ilógica del siglo XXI; la semana pasada me vi obligado a explicar en un foro que “la voluntad popular” no puede ser utilizada para oprimir a los demás; que si los Nazis hacían un referendum donde ganaba “la solución final” para “arreglar” el problema “judío”, esto no significa, en ninguna instancia, que sea una postura ética o justa o legítima, etc. A esos niveles de confusión hemos llegado en mi país).
Varias cosas llaman la atención como franco *retroceso* de la libertad de expresión en Venezuela. Primero, el uso de términos vagos cuya interpretación por el poder históricamente se utiliza para oprimir a los ciudadanos: “atentar a la moral pública”, algo sacado del manualito de las dictaduras de derecha más recalcitrantes.
Luego, la horrorosa coacción que cae sobre los editores o productores, obligados a delatar a sus periodistas anónimos y éstos obligados a revelar sus fuentes; lo cual merma sobremanera la actividad periodística. Recordemos el caso, hace dos o tres años, en los Estados Unidos, donde una reportera obligada a revelar sus fuentes invocó el 1st ammendement para proteger su fuente. Eso es periodismo básico: trata de sacarle un comentario o denuncia a alguien si éste sabe que todo lo que diga puede ser usado en su contra en un tribunal.
Aparte de eso, la uniformización cuasi-estalinista de las penas: de dos a cuatro años. Eso recuerda los métodos del G2 cubano y de la policía en La Habana, donde para todo crimen “te echan”, como dicen los cubanos, dos o cuatro años. Por ejemplo, fumar marihuana con turistas en el Malecón equivale a dos años en “el tanque” para el cubano, claro, al turista no se le hace nada.
Grave, muy grave y ahora, sin instituciones, no hay contrapoder que ponga orden en este desastre.
Hola Vicente:
¡Qué más, por Dios!…la verdad no sé que puede agregarse adicionalmente a toda esta “gran equivocación” de un gobierno “ciego” y además autoritario, qué sólo ve la paja ajena y no ve la viga propia en su ojo. Es inquietante lo que está sucediendo y sólo, en mi caso particular, me queda seguir protestando y manifestando mi inconformidad. Esta mañana escuchaba las declaraciones de un arrogante y soberbio Diosdado Cabello tratando de justificar un proyecto que a todas luces es contrario a todo eso que ellos dicen defender, y era cómo sentir que estaba en otro país, no en el que ellos dicen amar y defender, según esto, esta ley trata de evitar, entre otras cosas, las desaveniencias que se están sucediendo en nuestras familias por el aspecto político. De cuando acá se trabaja por la paz de un pais, por su seguridad, por la justicia, si se esconden todas las acciones, sucesos, procedimientos, que suceden a diario. Es que acaso estar al margen de la noticia, no saber, no leer, no escuchar…no hablar, es la solución al grave problema institucional que está sufriendo nuestro país?
Totalmente de acuerdo contigo, un desastre…
Una cita que acabo de publicar en mi blog: “Sé que creerse poseedor o poseído por la Verdad es ya intoxicarse, es ocultarse a sí mismo sus desfallecimientos y sus carencias…” Edgar Morin- EL Espíritu del Valle
(Tomé tu artículo para compartirlo en mi perfil de facebook)
Saludos
Hola, Sol:
Lo extraño es que las leyes se hacen generalmente para proteger a los ciudadanos del Estado, no al revés, como este caso, en el cual el “pobrecito” gobierno, que sólo controla todos los medios de producción y cientos de medios de comunicación, debe protegerse de los ataques de los ciudadanos y medios restantes. “Paz social” y demás no son sino eufemismos para querer decir el Estado y sus lacayos, como Diosdado y las denuncias de corrupción.
Haremos lo que se pueda, si la ley pasa en segunda discusión la traduciré al francés y la enviaré a todos mis contactos, profesores de Universidad y periodistas franceses. Asuman su barranco, asuman su ley que haría orgulloso a Videla.
Saludos.
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Sí es cierto, y así lo declaró de manera contundente la fiscal en una de sus infortunadas declaraciones, algo así como que el Estado debe estar por encima de toda acción que vaya en su perjuicio, porque eso es atentar contra la paz y la seguridad ciudadana. Una cosa bizarra, tonta, que no tiene asidero de ningún lado. Pues sí, no nos queda de otra que seguir en nuestra trinchera de protesta, porque una ley cómo esa no puede estar sometida a debate, no le veo el sentido, como incluso también llegó a mencionarlo la fiscal. La libertad de expresión, mi derecho a expresarme, es eso, simplemente un derecho y ningún estado, poder o personaje siniestro puede ponerlo en entredicho porque ve “vulnerada” su estabilidad de soberano autócrata. Hábrase visto semejante dislate….lamentablemente en Venezuela, mi país está sucediendo.
Saludos y gracias de nuevo por la oportunidad
Por acá colgué la declaración de RSF que es esclarecedora:
Creo que todo queda bastante claro…