Señoras y señores: bienvenidos al simulacro democrático del siglo XXI, la versión sudaca de “Dave: Presidente por un día”, en la cual el hermano gemelo y oculto de Chávez toma su lugar para enmendar el rumbo del país. El prisionero de Zenda Asamblea, una novela socialista sin derechos de autor o propiedad intelectual.
Presidente Chávez, el amigo de todos (gracias por existir). Más inofensivo que un teletubbie fumón. El personaje perdido de Calle Sésamo. El estado ulterior de la evolución del dinosaurio Barney. Sólo faltó que se pusiera, como Tío Simón, a cambiar chinas por pelotas. Su próxima visita a la Asamblea será deslocalizada para que puedan hacerla alrededor de una fogata, todos juntos, agarrados de la mano, cantando Cumbayá.
¿Qué pasó, compadre? ¿Se le aguó el guarapo? ¿No y que le íbamos a caer a bofetadas a ese poco ‘e sapos? ¡Plan trituración! ¡Plan demolición! ¡La batalla de las batallas! ¡Vuelvan caras! ¿Cuándo aprobamos el plan “bailando boleros”?
Me prometiste Rambo IV y ahora me sales con Durmiendo con el enemigo. En vez de una salsa malandra, tocaste música de cámara. Cambiaste el bate de béisbol por una raqueta de badmington.
Lo bueno es que los que te conocemos (van 12 años, hermano), sabemos que los niveles de litio en tu sangre volverán a sus cuotas de belicismo habitual más rápido de lo que volvió la oposición a la Asamblea.
Vamos.
Tú puedes.
Militar no aprende a ser demócrata de la noche a la mañana…
Los venezolanos aman los cuentos y el teniente de Sabaneta se los da.
A falta de historia que decidimos ignorar, vivimos en un mundo de eternos cuentos, cuentos fantásticos, cuentos improbables, cuentos que nos negamos a escribir y que solo queremos oír, ver, olvidar, oír, ver, contar.
Y Chávez es el que manda porque es el que mejor sabe contar cuentos.
Un militar jamás será demócrata. Lo triste es que nos llegó cuando no teníamos precisamente a demócratas del siglo XX en el país, sino señores feudales que habían leído alguna telenovela sobre el Siglo de la Ilustración.
La biblioteca pública de Chaguaramas (Guárico) se llama Flor de María Manuitt. La biblioteca pública de Valencia se llama Manuel Feo La Cruz. Sabrás quiénes son los Feo (http://es.wikipedia.org/wiki/Alejandro_Feo_La_Cruz)
Los libros y las historias son para ocupar espacios públicos. Las novelas son para mover a los venezolanos.
Trata de averiguar sobre la situación de los diarios en Guárico o Portuguesa. Sintonizan a Chávez, no hay otra cosa.