Ganó Sarkozy en Francia… ¿Y ahora?

Algunos breves comentarios para abrir la discusión sobre esta victoria “histórica” (¿histérica?) de la derecha liberal en Francia.



Creo que hay varias cosas que resaltar en esta elección. La primera es que estaba cantada, desde hace por lo menos año y medio Sarkozy viene diciendo que se lanza y las encuestas lo daban ganador. Pero lo que me pareció más patético fue el Partido Socialista, incapaz de proponer idea alguna o proyecto diferente, prometiendo demagógicamente regalar casas y aumentar salarios sin poder responder ninguna pregunta económica o lograr refrescar esta aproximación. Es decir, la gente siente que este sistema está muerto y ha endeudado a la nación, entonces, ¿cuál es la innovación en el PS al proponer exactamente lo mismo…

Sin embargo, creo que los políticos franceses, más que una propuesta o idea o aproximación política, pueden verse al revés, como un reflejo, una proyección social de los deseos y expectativas de la gente. Ellos no proponen, tratan de interpretar las necesidades de la gente y hacer propuestas que se orienten a satisfacer esas necesidades. Royal creyó poder acceder al poder prometiendo lo que promete toda izquierda francesa: Volver a los “30 gloriosos”, los años de crecimiento económico de la posguerra.

Esto no funcionó. La gente se identificó más con la propuesta liberaloide de Sarkozy, lo cual para mí está revestido de paradojas: (a) Los franceses detestan a Bush, odian a los USA, y sin embargo votan por el tipo que representa exactamente eso. ¡Increíble! (b) Sarkozy accede al poder con un discurso de “cambio y ruptura”, ¡amparado en un equipo de trabajo que es exactamente idéntico a lo que ha habido durante cinco años! Gente como François Fillon, Jean-Louis Borloo y Michelle Alliot-Marie son los que han gobernado, entonces, ¿cambio, con respecto a qué?

Hay algo extraño en una propuesta de “cambiar” al país que pretende mantener intacta las relaciones de poder y las estructuras económicas existentes. Es decir, Sarkozy representa a los empresarios más adinerados (conocidos como el CAC 40) y la burguesía económica, ¿vamos a cambiar algo manteniendo eso intacto, sin tocar sus intereses? Es decir, ¿cambiar sin cambiar nada?

En mi sociología ingenua y conversaciones con franceses electores de Sarkozy, he podido constatar una ignorancia flagrante de lo que es la globalización, la economía y el trabajo en otros países. Me ha decepcionado que gente de un país pseudo “culto” que han estudiado, puedan añorar un sistema como el norteamericano desconociendo lo que ello implica. La gente me dice que quiere trabajar más, ganar más salario y pagar menos impuestos, ¡pero no saben que en los USA no existe el paro forzoso! Es ridículo para mí que planteen “trabajar más como en los USA”, “ser más productivos” y todo el blabla americanoide, ¡sin saber que en los USA los empleados obtienen nada más dos o tres semanas de vacaciones al año! ¿Qué clase de idiota esgrime como argumento que quiere “trabajar como en los USA” para luego pegar la quijada del suelo cuando les digo que mis amigos allá trabajan sábados y a veces domingos, con seguro social y pensión de retiro privados? ¿Cómo se puede ignorar tanto la realidad de un país hacia el cual se quiere ir, cómo puede ser que los franceses no sepan que en los USA las universidades son privadas, con matrículas de decenas de miles de dólares al año, donde sólo la mitad de los graduados de bachillerato cursan estudios superiores y sólo la mitad de estos se gradúan?

Todo esto para decir que me parece que Sarko representa “una voluntad de cambio”, un deseo de vivir mejor y un veto al modelo socialista de los años ochenta. Pero no se puede ser inconsistente. No se puede tener lo mejor de los dos mundos, la torta y el dinero para comprar la torta. No se puede ganar un salario norteamericano trabajando con horarios europeos. No se puede ganar más y reducir los impuestos sin crear baches en la seguridad social, la educación y las pensiones. Es incoherente plantear un sistema liberal de perro come perro, de comer o ser comido, a la par que se mantiene la famosa “solidaridad” francesa.

Concluyo diciendo que los franceses no parecen saber lo que quieren, como todo pueblo votante. Sarkozy tiene una idea muy clara de hacia donde llevar Francia (a un eje USA-Britain), concepción liberal de “producción” trabajo de ratas y todo lo que el liberalismo implica. Lo hemos dicho aquí miles de veces: Producir una gran obra de pintura o escribir una sinfonía lleva tiempo y no presenta garantías. Pero, ¿cuánto dinero no ha generado (a largo plazo, obviamente), Le sacré du printemps de Stravinsky o los cuadros del “vago improductivo” de Van Gogh… Eso, para mí, es el defecto intrínseco de estos políticos, creer que si no se ve luz al final del túnel no vale la pena arriesgarse. Creer que vale m invertir en ciencia que en humanidades. Ser miopes intelectuales.
Los dejo con una cita de Sarkozy para que vean de qué se trata:

“Usted tiene derecho de estudiar literatura antigua, pero los ciudadanos no tienen porque financiarle a usted esos estudios. Las Universidades tendrán más dinero para las ramas de informática y economía” (19/04/07).

Ultima pregunta: ¿Qué clase de idiota cartesiano cree que una cosa es el conocimiento informático y otra totalmente distinta las humanidades? Este tipo y yo no tenemos la misma concepción del mundo, pero claro, eso ya lo sabíamos…

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