Fractura francesa: Claves políticas de un conflicto

El presidente, como era de esperarse, ha dado su apoyo incondicional e irrestricto al primer ministro, tras las puertas cerradas del Eliseo (palacio presidencial). Del otro lado de esas puertas, una turba frustrada de jóvenes manifiesta pacíficamente, ahora con el apoyo de los liceístas.


Fractura francesa: Claves políticas de un conflicto

El presi

Jacques Chirac diciendo “Calma, pueblo”

 

No es de extrañar que la derecha francesa haga bloque detrás del desprestigiado primer ministro Dominique de Villepin. Las consecuencias políticas son importantes: En estos momentos en los cuales Francia, y Europa en general, buscan al gendarme necesario (valga decir el político “mano dura” que imponga respeto y nacionalismo), retirar el proyecto elaborado por el ministro significaría una derrota política de envergadura.

 

Pero la derecha está fraccionada, entre Chirac y su delfín favorito De Villepin, y Sarkozy, a quien acusara el presidente de traidor. Si de Villepin sale debilitado del puesto de primer ministro, es poco probable que su partido, el UMP, lo escoja como candidato para las elecciones del 2007. Sarkozy, por otro lado, quien saliera airoso del conflicto en los suburbios de París y reforzara su imagen de “cerrado y duro” tirando policías a diestra y siniestra, sería prácticamente el único candidato posible a la sucesión de Jacques Chirac.

 

2007 a la vista...

“Denle duro a esa escoria, es como yo digo o como yo digo”.

 

Pero Sarko no está contento, y no puede estarlo, ya que el conflicto generado por el “Primer Contrato Laboral” (CPE) le ha caído del cielo a la dividida izquierda francesa. Después de la debacle del 2002, cuando la sub-división en mini-partidos produjo la increíble derrota de Lionel Jospin en la primera vuelta y el paso del fascista Jean-Marie Le Pen, la izquierda completa, desde el partido socialista (P.S.) hasta el partido comunista (P.C.F.) pasando por los ecologistas (partido verde), no ha hecho sino lamerse las heridas.

 

LoooserArf, arf, arf...

¿¿¿Qué perdimos con quién???.

 

La aparición de una nueva izquierda -prácticamente de centro- que encabeza el actual presidente del P.S. François Hollande, no tuvo aceptación alguna. Los militantes, decepcionados de que su partido apoyase la Constitución Europea y las directivas liberales de la “directiva Bolkestein” ahí incluidas, se han abstenido o, en el mejor de los casos, han pasado a constituir el movimiento político de la izquierda quejona actual, que no hace sino reclamar sin proponer absolutamente nada.

 

Perdido en el espacio

“¿Izquierda es pa’yá? ¿O será pa’yá? Hmm…”

 

Con un pequeño matiz. El regalo del C.P.E. de Dominique de Villepin no podía venir en mejor momento. La izquierda parece haber encontrado el único pegamento capaz de reconstruirla después de la fractura, y ahora pretende capitalizar políticamente sobre un masivo movimiento estudiantil extendido a lo largo de todo el país. Parece que finalmente Sarkozy sí va a tener candidato opositor en el 2007.

 

Por ahora, entre 46 y 59 Universidades (dependiendo de la fuente que se tome, el ministro de la educación -la cifra más baja- o la unión nacional de universidades francesas) están en pie de guerra. Algunas cerradas, otras abiertas pero con el acceso bloqueado, otras abiertas pero en huelga; a lo largo de todo el territorio se mantiene el movimiento que sólo exige se retire la ley y se abra paso a una verdadera discusión.

 

¿Será que es así como funcionan las democracias? Cuando el primer ministro Dominique de Villepin invocó el artículo 49-3 de la constitución francesa, que implica que se aprueba una ley sin discusión alguna en el congreso, esperaba poder sacarle provecho a las vacaciones escolares para implementar su contrato de C.P.E. Pero los estudiantes no tienen la memoria tan corta. Han salido a exigir lo que me parece lógico, una verdadera discusión, no una imposición unilateral de un contrato que no afecta a De Villepin sino a ellos. Hasta ahora ha sorprendido lo extendido y organizado de la manifestación. Desde la invasión de una estación de trenes en Brest (Bretaña) hasta una acción pacífica de acostarse en el piso para impedir el paso en Aix-en-Province, los jóvenes han mostrado voluntad, fuerza y sobre todo lucidez en defender lo que quieren y por qué.

 

El gobierno, tratando de imitar las acciones que le han dado popularidad a Sarkozy, lanzó al comando élite de la policía, los CRS, al ataque de cientos de manifestantes desarmados en la plaza de la sorbona ayer.


 

Nueve heridos y nueve arrestados. Como decía François Mitterand: “Los jóvenes se equivocan a veces. Pero cuando la sociedad los golpea, se equivoca siempre”.

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One Response to Fractura francesa: Claves políticas de un conflicto

  1. SiLuis says:

    He leido con mucha atencion tus notas sobre la revuelta estudialtil.
    Yo ya no creo en nada. El poder no es abierto al dialogo, asi que tarde o temprano hay alguno(s) desesperados que gritan y patalean. Para nada…"por ahora".
    Ya te contare la marcha de mañana.

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