Excelente artículo de otro sufrido de la -y por la- literatura.
“¡Lean, malditos! Trabajo en una editorial. Ayudo a hacer libros. Cruzo los dedos por que los buenos se vendan y los malos se olviden pronto…”
¡Lean, malditos!
Tomado del Blog de Blogo, el 17/05/2005.
¡Lean, malditos! Trabajo en una editorial. Ayudo a hacer libros. Cruzo los dedos por que los buenos se vendan y los malos se olviden pronto. Supongo astutamente que por eso me pidieron que escribiera sobre los niños y los libros. Pero, a riesgo de quedarme sin pega por atornillar al revés, me niego a acoplarme al discurso meloso sobre los beneficios de la lectura en las mentes a medio cocer. O me acoplo, pero pataleando. Todos hablan de la importancia de adquirir el hábito de la lectura a temprana edad, y todos se quejan de los burros que nos están saliendo los niños con tanta televisión, tanta internet y tanto videojuego con sonido estupidizante.
Pero aquí hay algo muy raro. No fueron los nenes quienes inventaron la telebasura ni el Playstation, ni los bárbaros mensajes de texto de los celulares, ni los millones de juguetes bobos con que los atosigamos para que no molesten, ni el truco de bajar de internet una tarea sin casi haberla visto. No son ellos quienes se compran el enésimo chiche tecnológico que les permite estar más horas lobotomizado en su pieza. Y no, no tienen edad para decirse: “Mmm, es preferible para mi formación moral e intelectual que lea libros impresos y así no eche a perder mi tierno cerebro haciendo lo que harían mis padres todo el día si tuvieran tiempo: abandonarse a actividades que les exijan el mínimo esfuerzo”. Por si no queda claro, lo que me irrita es el tinte fariseo; aquello que tan bien ilustrara Quino en una viñeta de su personaje Mafalda:
“¡Esto es el acabose!”, exclaman dos viejos en un parque al ver a unos jóvenes sesenteros de aspecto estrafalario. “Sí, el acabose del empezose de ustedes”, espeta la niña. Me provoca cálculos renales el tono escandalizado de tanto padre y apoderado del barrio alto cuando deben comprar libros solicitados por el colegio de sus hijos. Los encuentran carísimos. Quizás porque suelen ser breves, no como los novelones desangelados y fabricados a la medida de nuestra pereza estándar. “¡Y se los terminan en un santiamén!”, dicen, como si ellos no hicieran lo mismo con los también carísimos y además misérrimos platos del último restaurante de moda. Esa moral cicatera es lo primero que revisaría antes de sermonear a los niños con lo lindo que es leer. Sí, es lindo; es maravilloso, yo no he hecho otra cosa en mi vida.
Pero también es lindo pensar por sí mismos, ir a la raíz de las cosas, no repetir como loros ideas de buen tono por las cuales no estamos dispuestos a cambiar de vida. Por lo demás, un tipo bruto pero decente siempre será mejor que un canalla ilustrado.
Meeejo! te me has adelantado……
justamente estoy por postear acerca de la visión que las madres de las amiguitas de mis hijastras tienen de mí….soy un monstruo horrible. Todo porque les estoy reduciendo drásticamente las horas de TV e Internet y aumentando la dosis de lectura de libros de "verdad". O sea, "llegó la latina del cipote ésta a cambiarnos la rutina"….
saludos,
Por culpa de profesora/es del liceo que me querian obligar a "leer" (doña mierda y las otras novelas estupidas) fue que tarde en interesarme por la lectura.. pienso que obligar a alguien a hacer algo es la mejor forma de desmotivarlo…. por otro lado recuerdo en 2do año haber cuasi-memorizado mi texto de Historia Universal… (por fin leía una verga que no fuera del Enano Patilluo en su caballo blanco de mierda) .Historia universal fue uno de mis mejores descubrimientos en el liceo..
A Los juegos de video los considero como fuertes estimuladores mentales… le debo a atari, comodore y nintendo gran parte de mi agilidad y rapidez mental…
jugar -xbox- no es malo,
leer tampoco…
malo es obligar…