Rumbas parisinas

Historias nocturnas de la megalópolis francesa.


Rumbas parisinas

Rumbas y tripas parisinas

 

 

¿dónde está el piloto?

 

…así que vamos a la fiesta de clausura de un bar en la calle Moufettard, una de las calles más antiguas de París donde había un mercado romano. Ahora no hay nada, o sea, un mercado carísimo para los yuppies que tienen real y se pasean por París pensando que son bohemios porque compran en “la calle donde estaba el mercado romano”. Venden cosas exquisitas, pero pregúntenme si alguna vez me compré algo.

 

…el bar “les artistes” (qué nombre tan original para un bar en París, ¿no?) está rebosado y vomitando gente por toda la acera. Una Pint cuesta hoy tres euros, una ganga en París. Saco algo de dinero, pero Shelly, la chama que me acompaña, me dice que ella paga. No aguanto dos pedidas. Llegamos allí con el pana Holden, quien dice conocer a una gente. Los buscamos en el bar pero no hay nadie, ni siquiera se puede caminar. Holden le tumba la cerveza a un francés, quien se queja y luego se voltea y se va. Después vemos a los amigos de H. en la calle un poco más allá, recostados de un carro y enrolando un porro de hasch. Conocemos al grupo, uno fotógrafo y el otro trabaja en la nueva película de Sofia Coppola en Versailles. Todos ponen mala cara porque creen que les vinimos a martillar el porro. Shelly me da un cigarrillo y nos instalamos más allá para dejarlos tranquilos.

 

…la cuarta cerveza comienza a hacer estragos y Shelly, quien está pagando todo, me propone que nos quedemos y que ella me paga el taxi a la casa ya que no hay más Metro. Acepto. Converso con el tío de la película quien se ve algo renuente y huye al tema, pero me explica que Kirsten Dunst se ve sexy en traje de Luis XIV. Holden está tranquilo y me muestra unas fotos increíbles que tomó su amigo francés, pero Shelly está insoportable, toda nerviosa y hablando de trabajo. Me dice que le estresa que en el futuro tenga que trabajar mucho y yo le respondo que por qué no nos preocupamos por el presente.

 

…Shelly desaparece, brincando a lo Caperucita Roja por todos lados con una sonrisa de candidata al Miss Mundo que seguro aprendió cuando estaba estudiando modelaje, es más, una vez me mostró unas fotos con Depardieu y Jean Reno. Su cuerpo delgado se va ping-ponenando por todas las mesas, hablando y riendo con su “ji-ji” tan insoportable. Yo me quedo conversando con la gente mientras pasa un policía y una vecina abre la ventana encima de nosotros para preguntarnos qué diablos pasa, que no es la San Patricio y que la dejemos dormir, que es jueves.

…Shelly regresa mostrando todos los dientes de alegría y saca una barra de Haschisch del tamaño de un chocolate familiar Hershey’s. ¿Y eso?, Le pregunto. Se lo compré a un dealer en la plaza. ¿Un dealer en la plaza por acá a las dos de la mañana? Sí, responde Shelly. Le pide a un amigo que tiene cara de arrebatado crónico que le enrole un porro porque ella no sabe. Francamente, no sé qué le dio a mi amiga, pero está toda nerviosa, como si el mundo se fuera a acabar mañana. Yo la prevengo, sin éxito.

 

…una vez que ella tiene el tabaco en la mano, le mete un jalón que casi se lo fuma todo de una bocanada. Los ojos parecen metérsele para adentro y la observo con calma, ahora sonriendo menos y con los ojos rojos y más chinos que Jackie Chan. Al rato es la hora de irnos, y Shelly empieza a caer en un trip paranoico. Cree que ningún taxista nos va a llevar. Al final nos montamos y le explicamos al taxi cómo vamos a hacer, llevando a Holden, luego a mí y después a Shelly, pero a la mitad del camino Shelly me dice que está convencida de que el tipo nos quiere robar. Trato de calmarla diciéndole que vamos bien, pero ella empieza a gritarle al chofer, “¡Montmartre!, te dije que me llevaras a ¡Montmartre!” y el señor explicando que vamos para allá.

…se baja Holden, y las cosas empeoran. Shelly se voltea y me dice, “¡acabamos de pasar mi casa!”, a pesar de que le explico que ni siquiera hemos atravesado el río, que seguimos en la parte norte de París y ella vive al sur. Cruzando el Boulevard Haussman, el maltripeo le termina de subir a la cabeza y empieza a hablarle en inglés al chofer, gritando, Where are you taking me, motherfucker? Vince, we’re being kindnapped!

Yo trato de calmarla, pero el taxista también empieza a gritar, ahora Shelly cree que yo estoy encomplotado con el chofer para llevarla a no sé dónde, los gritos suben de tono, ella empieza a golpear el vidrio con las dos manos, la veo sudando y maniaca, el taxista comienza a gritar también que le van a destruir el carro, acelera, se come una luz, yo miro al cielo y digo Dios por qué me has abandonado, finalmente pasamos la Concordia y logro convencer a Shelly ya que es innegable que tenemos un obelisco egipcio de veinte metros de alto al lado de nosotros, le explico, mira, mira los Campos Elíseos.

 

Por fin se calma. Le explica al taxista que una vez la robaron dándole vueltas por todo París ya que no conocía la ciudad. El chofer no dice nada. Yo me río en silencio.

Llegamos a mi casa. Le digo al taxista que la lleve tan rápido como pueda y no le pare bolas. Subo a mi apartamento, me acuesto y duermo un par de horas antes de ir al trabajo. Por lo menos me invitaron a un evento musical la semana que viene. Algo saqué de la noche.

Calma…

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9 Responses to Rumbas parisinas

  1. Caribe says:

    Jajaaaa tuki la Shelly.
    Nada mal la rumbita!

  2. Mila says:

    que mala nota que se lo maltripeo….

  3. Nostalgia says:

    Pues Vicente, no entiendo porqué si la chama es tan idiota te la calas una noche entera…porque era tu ATM esa noche?? no, no creo que seas tan rata………

  4. stokma says:

    Yo hago detener el taxi abro la puerta y le digo: Shelly es el momento… corre, corre por tu vida! cierro la puerta y continuo tranquilamente a casa….

    😀

  5. Caribe says:

    Stokma me imagino la vaina jajaaaaaaaaaa corre Shelly correeeee jajaaaaa
    Vicente pase a preguntarte quelle est ton choice, non o oui?

  6. SiLuis says:

    Preguntele al que quiera, moverse taxi en Paris es fin de mundo! Casi que le doy razon a la chama…

  7. Magda says:

    Tu noche estuvo tan heavy como la mía en Caracas!
    A Shelly le sale Carlos Castaneda (Las Enseñanzas de Don Juan)!!
    Vale, tomaré en cuenta los comentarios parisinos sobre los taxis!
    Cambiando de tema radicalmente quería conocer tu opinión sobre la Constitución Europea a propósito del referendum! Saludos!

  8. Te copio un correo que le mandé a Caribe con el mismo tema…

    No veo el No como una opcion. No es un "no" progresista, o sea, cual es el planteamiento? Rehacer la constitucion? Rechazarla por mal hecha? Y quién lo va a re-hacer, la izquierda comunista radical, junto a la derecha extrema de Le Pen
    y los demas payasos mediaticos que apoyan el no como estrategia publicitaria?
    No lo creo. Es mas, no lo creo ni un segundo. El problema de Francia es el eterno egocentrismo europeo, creyendo jugar un papel en el mundo de hoy en dia que no les corresponde. Creer que el mundo se divide geopoliticamente en China, USA y
    Francia, no solo es ridiculo sino poco serio. Creer que se es "el mejor del mundo en X" no sirve de nada y no aporta nada; la verdad es que Francia tiene que asumir que su rol en el globo es igual al de Ecuador o Bolivia en Latinoamérica. Francia no es nada, y si no quieren ponerse de acuerdo con los demas, no van a llegar a ningun lado. Personalmente, estoy cansado de el punto de vista conservador y miope francés que quiere siempre poner un "pero" a las cosas; como si se les pidiese su opinion. Aqui se les da el chance de participar en algo mas grande de lo que Francia jamas sera y siguen poniendo sus "pero nosotros" en vez de decir "gracias por considerarnos, haremos lo
    posible por contribuir".
    A fin de cuentas, el "No" no es una opcion. No propone, no construye; el "si" al menos da la base de un debate en el cual ahora, teniendo una constitucion redactada por un francés, Francia posee MAS poder en Europa. Rechazar esto es
    una estupidez del tamanyo de una casa.
    Pero bueno, ciegos los hay en Francia como en todos lados…

  9. Caribe says:

    Tuve q volver a leerme el cuento de la loca!

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