…todo tiene que ser mesura, recato, que si representando a un país… ¿Qué pasó con la diversión, echarse una pea en El Salvador y tener sexo Sado-Masoquista? Según este artículo de la BBC, el embajador de Israel fue dado de baja (si es que se les da de baja a los embajadores) simplemente por echarse una buena noche de rumba en la ciudad.
Este confundió la vida de rockanrolero con la de embajador, definitivamente. Pero coño, si me preguntan con qué persona ligada a la política me gustaría rumbear, hoy diría que con Tzuriel Refael, ex-embajador de Israel en El Salvador.
Al señor Refael lo encontró la policía borracho, amarrado y desnudo, aparte de una combinación en cuero que los muy pacatos no describen. El embajador no fue capaz de identificarse hasta que le retiraron una bola de plástico de la boca, en el mejor estilo Pulp Fiction. Tenía consigo unos cuantos “aparatos sexuales y de sadomasoquismo”, a pesar de que el señor Refael explicó que no eran suyos, que él pensó que la combinación en cuero era un uniforme de asalto del Tsahal.
Al pobre lo botaron, dieron de baja o cómo quiera llamársele, a pesar de no haber cometido ningún crimen, ya que todos sabemos que en El Salvador esto es algo normal y aceptado. Igual que la tradición de llenar a tu compañero sexual de betún negro, echarle encima una bolsa de plumas y perseguirlo por toda la ciudad con un atizador de caballos. Estas dos iniciativas han sido descriminalizadas, por lo que el turismo en este país se ha triplicado en los últimos años. Así que, participar en estas manifestaciones de espontaneidad o correr tras el cerdo engrasado no debería ser motivo para expulsar a nadie de la diplomacia, ¿no?
Por eso es que las embajadas se nos llenan de regordetes aburridos que no se saben divertir. Si a mí me hubieran dicho que los embajadores se la pasaban era paseando por los burdeles de la ciudad y revolcándose borrachos en el piso después de una buena fiesta, ¡cojones!, hubiera sido embajador.
Los políticos al final, son como las abuelas: Basta que uno tenga una vaina medio buena andando por ahí, para que te la vuelvan ilegal y te echen a la policía a perseguirte por todos lados. ¡Menos conservadurismo, carajo! Si al señor Refael le gusta que lo amarren en cuero, o que lo disfracen de burro cuando hace el amor, o que le pongan la quinta de Bethoveen durante el acto, ¿qué rayos importa?
Es decir, ¿qué es lo que defiende Israel en todo esto? ¿En Tel-Aviv no hay Sadomasoquistas? ¿No venden aparatos sexuales? ¿La gente no se emborracha? ¿No hay salones de tatuaje? ¿Discotecas góticas? Porque si es así, como que cancelo mi viaje y me voy para Bangkok… Nada peor que pasar tu vacación en una sinagoga.
Y después se andan peleando con los palestinos, ¿cuál es la diferencia? A poco proponen lapidar al antiguo embajador…
