El ex-espía ruso, asesinado hace seis meses en un hotel de la capital Británica, acusó a Vladimir Putin de mandarlo a matar, utilizando una de las mejores frases finales que jamás haya escuchado: “¡Los hijos de puta me jodieron!”. Eso sí que es vivir tu muerte…
Y comienza la guerra fría entre Londres y Moscú: Los primeros acusan a sus camaradas rusos de no hacer nada para avanzar la investigación de la muerte de Litvinenko y piden la extradición de otro ex-espía quien supuestamente “sirvió el té” envenenado con la sustancia radioactiva polonio 210.
Sin embargo, nuestros siempre incisivos reporteros de Krisis Co. han logrado descubrir lo que verdaderamente mató a Litvinenko. Después de consultar con el experto alemán Geremias Schwarterburger, logramos obtener las siguientes declaraciones:
“Nozotros eztamo zeguroz de hecho que Polonio 210 no ser cauza de muerte espía ruslandische. Analisis cientifische mostrar que sustancia verdadera cauza muerte ser betún negro conocido como ‘gravy’.”
El doctor Schwarterburger procedió luego a la explicación de lo que resulta una ecuación mortal: la salsa negra ‘gravy’, servida en un pastel de bistec y riñon (steak and kidney), cuando se combina con un pastel de nueces de postre (‘pecan pie’), produce una reacción análoga a los mentos con Coca-Cola y deriva en una explosión interna que puede matar al sujeto.
Sólo una nación de cerdos hooligans tipo Rooney, acostumbrados a comer desayunos con caraotas en salsa de tomate ketchup, salchichas y pan frito; almuerzo de pescado frito con grasa y papas y cena de pastel de bistec y riñón, pueden crear las enzimas necesarias para sobreponerse a lo que se conoce como ‘gravy poisoning’ en términos científicos, y ‘hartazón gamberra’ en los bajos fondos.
No es de extrañar entonces, que si usted mide menos de un metro noventa y pesa menos de cien kilos y ha llevado toda su vida una dieta balanceada, pueda sufrir un ataque o incluso morirse en la ciudad londinense. Si no me creen, hagan la prueba: Después de un ‘Toad in the hole’ (pastel de puré de papas, salchichas, vainitas verdes y salsa ‘gravy’) y una Guiness de medio litro y hacer dos horas de cola frente al palacio de Bukingham para ver el cambio de guardia (de diez minutos), lo más probable es que queden así:
Si hay algo indispensable cuando se hace turismo, es llevar Alka-Seltzer a Londres y pedir una habitación con baño en el pasillo. Dormir con esa pestilencia en el cuarto es insoportable.
Una producción Krisis Co. ®, siguiendo los parámetros de ética periodística utilizados por reporteros venezolanos. Ha sido muy difícil atenerse a los criterios tan, pero tan bajos, de palangrismo, infamia y manipulación de la información establecidos por nuestros colegas en Venezuela. Lema del reportero: “No existe el periodismo venezolano, existe la ciencia ficción y las elucubraciones sin base. Más vale una especulación coherente que una verdad aburrida”.