Peleas históricas: Vargas Llosa 1, García Márquez 0, por "Knock out"

La pelea del siglo

Según las noticias más recientes, la rencilla entre los dos monstruos de la literatura suramericana parece llegar a su fin. Con la aceptación de Vargas Llosa de prologar la nueva edición de Cien años de soledad, la pelea que en 1976 dejara al colombiano noqueado en el suelo de un cine de México está superada…

Corría el año 1976 cuando dos de los más famosos protagonistas del “boom” literario latinoamericano asistían a una proyección de “La Odisea de los Andes” en la capital Azteca. Al finalizar la película, García Márquez se acercó a su homólogo peruano para abrazarlo y fue recibido, en cambio, con un puñetazo directo al mentón que lo dejó tirado sin sentido en la alfombra del teatro.


El boom suramericano

Caricatura de la época

Este célebre y oscuro episodio ha suscitado todo tipo de interés amarillista durante las últimas décadas, debido sobre todo a las elucubraciones y conjeturas hechas en torno al evento y al silencio de los protagonistas. Por ejemplo, debates airados sobre por qué si el puñetazo fue en el mentón se le hinchó el ojo a García Márquez han pululado en los medios de comunicación (la profundidad del tema es impresionante). El escritor Francisco Higartua, uno de los asistentes al evento, afirma en sus memorias Huellas de un desierto, el haber traído un bistec para bajarle la hinchazón al colombiano: “Yo estaba presente. Fue terrible. Cuando nos dimos cuenta, Gabriel estaba sentado y Mario se había ido. Fui yo quien trajo el bistec para bajarle la hinchazón al ojo del Gabo” (toda la información aquí).


ouch!

Salió con las tablas por la cabeza…

Lo que sí está claro es que Vargas Llosa afirmó, antes de noquear al Gabo, “¿Cómo te atreves a querer abrazarme después de lo que hiciste a Patricia en Barcelona?”, siendo Patricia, claro está, la esposa de Mario. De ahí para adelante la imaginación da para todo: Que el Gabo la haya obligado a subir la Sagrada Familia, que la haya manoseado en el parque Güel, que no haya pagado las bocatas en la rambla. Según algunos cronistas, la explicación es menos aventurera (y nada picante). Parece que Vargas Llosa abandonó a su familia para perseguir una modelo norte americana por allá por los años ’70. García Márquez, tratando de consolar a la fulana Patricia, le aconsejó pedir el divorcio y tomar acciones legales por “abandono del hogar”.


yeah!

Gabo y Mario con el look « pata pata »

La disputa nunca fue comentada por los escritores. En una entrevista reciente a propósito de su excelente novela La fiesta del Chivo, Vargas Llosa huye a la pregunta respondiendo: “Bueno, eso [lo que pasó entre él y García Márquez] vamos a dejárselo a los historiadores…”. El tema es tan complicado que el mismo García Márquez dijo que estaba reconsiderando escribir el segundo tomo de su autobiografía, Vivir para contarla, ya que tendría que tocar temas que prefiere no ventilar, como esta ya clásica pelea en el cine mexicano.


bravo

«¿Cómo se le ocurre presentarle Eduardo Galeano a mi esposa?»

Sin embargo, todo esto parece llegar a su final. En un artículo publicado en el diario “El Universal” de México, se rumorea que los dos escritores estarían dispuestos a dejar el episodio atrás con una publicación conjunta. Se trataría de una edición especial de Cien años de soledad, prologada por Vargas Llosa. Por ahora, veremos lo que pasa. Pero este es el tipo de situaciones que hacen despertar al Geraldo que todos llevamos por dentro. Es probable que nunca sepamos lo que sucedió “de verdad”, pero por ahora, podemos conjeturar…


Recortes de periódico de 1976 reseñando la riña

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