¿Y entonces, Villepin, en qué quedamos?

3 millones de personas manifestando en toda Francia. 71 ciudades afectadas. Huelga generalizada de transporte que hace casi imposible el desplazarse en ciudad alguna a no ser que se camine o se vaya en bicicleta. ¿Y el primer ministro? Autista, como siempre: ni retiro la ley, ni discuto nada de nada. Vamos a llegar lejos…

Hoy la manifestación fue impresionante: bancos cerrados, pocos medios de transporte, incluso los periódicos dejaron de circular. Según dicen que es la manifestación más grande desde que se discutía el plan de retiros francés.

Pero algunos siguen sordos. Especialmente el Primer Ministro, Dominique de Villepin, artífice y creador del nefasto contrato que tiene a todo el mundo babeando como perro rabioso. Las manifestaciones son un desastre; según los periódicos franceses, entre los “agitadores de izquierda”, anarquistas que sólo quieren romper todo, los “agitadores de derecha”, que quieren romper a los agitadores de izquierda, los “bazofia” inconformes de los suburbios que se unen al desorden y los estudiantes que “se dejan llevar” por los movimientos violentos de masa; pues que Dios nos agarre confesados.

Pero Francia es una ciudad forjada en el conflicto. Esto lo sabe todo el mundo, desde Villepin hasta el turista que haya venido hoy. Mañana, todo volverá a la calma, la gente a trabajar, el Metro andando.


“Qué gente dónde… Nah, ahi no hay nadie…”

¿O tal vez no? Francamente, la única manera de que este tipo considere retirar el proyecto de contrato es (1) que haya una matanza, lo cual lo lanzaría al escarnio público, o (2) que haya un paro prolongado que de verdad desordene al país.

Ya veremos. Por ahora anda candente la cosa y promete ser interesante…